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martes, 22 de diciembre de 2009

Dinah Washington -Lluvia - y la búsqueda de inspiración



Algunas personas, ensimismadas en sus propios pensamientos supongo, aun pasan con el paraguas bien alto y esas varillas amenazantes que de estos salen parecen querer sacarte un ojo. Yo nunca llevo paraguas, bien, raramente llevo uno. No me gustan, de hecho los detesto. Los aborrezco por un sin fin de razones que ahora no vienen al caso. El caso es que aquí me encuentro, en mi pequeña galería de arte. Escribiendo la primera entrada en mi recién estrenado blog. Alguien grita fuera, habla por teléfono con una tal Estela, sermonea y sermonea a esa Estela por la que empiezo a sentir una profunda admiración. Yo ya hubiera colgado el teléfono! Tampoco soy una gran admiradora de ese invento. Admito su importancia, también admito que es una necesidad, pero sólo en caso de urgencia, de emergencia... Os pongo un ejemplo ( en caso de que alguien en algún lugar lea esto algún día). Imagina que tu amor está de viaje y te despiertas a las 3 de la madrugada con la necesidad, casi desesperada de decirle que le quieres y que desde el día que le conociste las cosas han salido terriblemente mal porque se te rompen platos y se te quema la comida, pero que nunca has sido tan feliz y que el maldito día en que le conociste cambió tu vida y tu alma del modo más sobrecogedor que nadie en el mundo pueda imaginar...llámale! AHI ESTÁ EL TELÉFONO!!! En este caso su uso estaría más que justificado...
Pero en el caso de Estela y el individuo que se pasea a grito pelao por la calle, lo mejor hubiera sido no tener teléfono, que este nunca hubiera sido inventado. El individuo en cuestión debería caminar hasta la casa de la tal Estela para soltarle la reprimenda... pero tal vez, y sólo tal vez, de camino a casa de esta se le hubiera pasado el enfado, tal vez y sólo talvez recordaría, al pasar junto a ese cine, aquella tarde de verano en la que poco después de conocerse él y Estela fueron a ver una película, tal vez recordaría lo bien que ella le hizo sentir un día y en como su sonrisa le alegraba el día. Al llegar a casa de Estela se habría olvidado de una buena parte de su enfado y al abrirle ella la puerta él le diría: "Estoy dispuesto a olvidar lo estúpidos que somos a veces y me regalas una sonrisa y me dejas que te lleve al cine de nuevo".
Lo que intento decir es que casi siempre nos complicamos demasiado y que el teléfono es una herramienta más ( de las muchas que nos rodean) que nos impide reflexionar, pensar y recapacitar...

Ahhh!! Este es el resultado de escuchar a Dinah Washington en un día de lluvia, a las puertas de unas frías Navidades. Busco una inspiración hoy... he pintado mucho estas tres últimas semanas. Hoy busco el realismo del lápiz...le echo de menos...ese realismo que descubrí las navidades pasadas cuando me puse a dibujar por primera vez y al acabar me sentí realmente feliz... y asquerosamente satisfecha....






Dinah dice: I need your kissing, I want you near me... to comfort and cheer me, and night it's colder and I am getting older... please come home to me....



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