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jueves, 11 de febrero de 2010

CONJETURAS DESENFOCADAS


Hoy escuchando a Laura Branigan he dado con una versión de una canción que llevaba siglos sin escuchar: Tell me how am I supposed to live without you. Este es el título y también el estribillo de la misma, Branigan la canta con una nota desgarradora sin que la voz llegue a rasgarse. Por un momento me he imaginado el momento en que alguien en este mundo me mire a los ojos y me diga esas palabras exactas: “Dime como se supone que debo vivir sin ti, ahora que llevo tanto tiempo amándote, cómo se supone que debo continuar, ahora que todo por lo que he vivido se ha ido” Existe aún ese tipo de amor, ese tipo de seres que desnuden su alma y sus sentimientos frente al que aman, mostrando la parte rota y remendada de sus flaquezas? Aun hay personas que hablen con el corazón y no con la cabeza?

Hoy en día el amor debe ser una ecuación perfecta y cuando algún número baila la desechamos. Relaciones construidas bajo la estrecha mirada de una normativa muy marcada, un abecedario de lo que estadísticamente funciona y lo que no. Tenemos miedo a sentir y cuando lo hacemos tememos mostrarlo porque eso rompe las normas, todo tiene que seguir un curso y unas pautas.

Pues bien, yo soy yo, yo sólo sigo mi curso y sólo yo marco mis pautas, yo hago el molde. La vida está para que cada uno la viva como desee y yo deseo sentir, ser libre y expresarme como tal y si amo a alguien quiero que ese alguien sepa qué ritmo marca cada centímetro de mi corazón y qué se mueve dentro de mi cuando le veo.

Aaahh, esto son sólo pensamientos, conjeturas desenfocadas puesto que como yo bien he dicho… no hay una fórmula infalible para que las cosas salgan bien. Sólo se que si alguien me dijera: ¡Mira Silvia, lo nuestro no funciona porque….”. Y yo viera mi vida alejarse del aroma de su risa, del tacto de su olor y del sonido de su piel, sí, sí le diría: “Dime como se supone que debo vivir sin ti, ahora que llevo tanto tiempo amándote, cómo se supone que debo continuar, ahora que todo por lo que he vivido se ha ido”

09-02-2010


09-02-2010- Olvidé publicarlo!

La lluvia sigue y sigue. La mía ha sido noche de tormenta y ha amanecido un día gris, frío y lejano. Llevo el piloto automático. Escucho la inusual voz de Cole Porter, en la calle mi plantita, que todos creían que moriría enseguida, mueve sus verdes hojas al son de la húmeda brisa. Nadie creía que esa plantita lo consiguiera. El invierno está siendo duro para ella, pero crece y crece, alta y orgullosa. Pasa la gente, abrigada y de nuevo con sus paraguas de varillas amenazadoras que dicen: No te acerques a mi dueño/a, él/ella me compró en El Corte Inglés, él/ella no quiere mojarse, no te acerques o me engancharé a tu pelo. Incluso es posible que te saque un ojo. Atrás!

Estoy enfrascada con el libro de Steinbeck, Las Uvas de la ira. Y a cada frase siento un nuevo pálpito y mi admiración se desborda una y otra vez. Hombres y mujeres, niños y ancianos, desterrados de sus casas, de sus trabajos, de sus vidas. Resignados a abandonar la tierra que tan patrióticamente aman. Hombres de campo, mujeres de sus casas, niños descalzos. Todos on the road 66 hacia California en busca del gran Sueño Americano. ¿Acaso no es eso lo que, de un modo u otro, todos buscamos?