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miércoles, 24 de marzo de 2010

MANUAL DE UN ÁNGEL



Reconociendo a un Ángel (rasgos concretos):

Debemos centrarnos en el olor de su piel, prestando especial atención a su cuello, la zona comprendida entre el lóbulo de la oreja hasta el hombro, ganando siempre intensidad a la mitad del citado recorrido. No se requiere un olfato especial, la piel de un ángel es suave y delicada, pero es su aroma, tierno y cálido el que gana protagonismo y nos facilita el reconocimiento. Si uno posa la nariz en el lugar que aquí se indica y aspira hondo sentirá que ese aroma le inunda llegando hasta lo más profundo de su ser anulando de inmediato todos los perfumes y fragancias que hayamos registrado antes en nuestro cerebro.
El segundo factor que debemos tener en cuenta son sus orejas. Están tiernamente recubiertas por una pelusa blanca, casi imperceptible. Suave como el algodón y que unidas al contacto con nuestros labios te llenan del más puro y genuino de los sentimientos. El amor. Es instantáneo, inmediato.

Nota: Si no desea enamorarse de un ángel, es importante que evite sus orejas y zonas adyacentes.

El tercer rasgo concreto es la risa. La risa de un ángel es un timbre alegre, llano que nos recuerdan a la de un niño por su sinceridad y espontaneidad. Después de escuchar e identificar la risa de un ángel uno siente un bienestar y en ocasiones un sentimiento de puro júbilo. Todo a nuestro alrededor cobra un color nuevo y maravilloso. La risa de un ángel es siempre reconfortante.

Conociendo a un Ángel ( Rasgos generales):

Un ángel, como es bien sabido, es un ser bondadoso por naturaleza. Un ángel tiene la peculiaridad de cometer errores como los mortales, pero detrás de esos errores no habrá nunca ni un ápice de maldad. A veces su inocencia les confiere una cierta torpeza en sus actos, pero siempre con un fondo bondadoso o un instinto de protección feroz. No debe uno ser duro con estos pequeños errores. Por ello se recomienda no amar a un ángel a menos que sea usted una persona con un grado de madurez alto Un ángel carece también de sentimientos o pecados tales como la codicia, la envidia y la ira. Un ángel nace y muere sin capacidad para traicionar y raramente son vengativos.

Es difícil dañar a un ángel aunque es altamente desaconsejable intentarlo puesto que de conseguirlo un ángel tarda mucho en sanar. La mencionada dificultad es debida a su incapacidad casi total para ver la maldad en las personas puesto que es un sentimiento que desconoce por completo.
Castigando o doblegando a uno de estos espíritus, se estará castigando y afligiendo a usted mismo. Si un ángel camina de la mano por la vida con usted, adore cada paso y disfrute cada tramo del viaje. Es muy importante dejar a estas almas existir por lo que son y no forzarlas a cambios y malgastar sus fuerzas. Un ángel es leal hasta el último de sus días, pero es importante cuidarlo como merece. La mera satisfacción de amar a uno de estos seres es recompensa suficiente para llenar nuestras arcas de bienestar y paz.



Amando a un ángel (rasgos subjetivos pero veraces):

Si ha sido usted bendecido por la vida hasta el extremo en que esta le ha traído un ángel a su lecho tiene que ser muy consciente de lo que tenemos entre manos. Amar y ser amado por uno de estos seres es sobrecogedor, brutal y de una naturaleza tan intensa que no hay palabras que los seres humanos hayan podido idear para describir este hecho. Usted no sabrá ni cómo ni porqué pero yacer íntimamente con una de estas almas le catapultará directamente a un nivel desconocido, el éxtasis y el desenfreno se entrelazan con el más puro amor. Sepa que únicamente un ángel se aferra a usted durante el sueño y no le soltará en toda la noche. Tenga en cuenta que amar a un ángel nos incapacita luego para amar a otros seres al mismo nivel, así que debe usted ser prudente antes de dar este paso.

Dañando a un Ángel (métodos para deshacer el daño):

Si usted ha vulnerado a uno de estos seres primero de todo debe asumir su error. Como bien hemos indicado estas almas poseen la bondad más pura que existe. Usted nunca se sentirá culpado por sus actos así que nunca necesitará el perdón de un ángel. Un ángel le amará por sus incontables defectos tanto o más como por sus innumerables virtudes. Es usted quien debe valorar, si sabiendo esto, aun desea corromper a estos seres con sus actos.


Liberando a un Ángel, (crónica de la noche pasada):

Es un error pensar en dar, ofrecer u otorgar algo que nunca se ha poseído. Nunca se puede liberar a un ángel puesto que este nunca dejó de ser libre. Pero si usted ha cometido la soberana estupidez de apartar a un ser de tal magnitud de su vida y desea corregir este hecho, lo único que debe hacer es dejar que este vuelva a usted. No se requiere más esfuerzo que el deseo propio puesto que la lealtad de un ángel es inalterable. Este regresará, cogerá su mano y caminará junto a usted con una bondad sobrecogedora.

Yo así lo espero…

Nota final: Sólo orcos, dragones, brujas, mapaches asesinos y ogros poseen la capacidad de encontrarse con un ángel y NO reconocer su espíritu para posteriormente apartarlos de sus vidas.

Silvia Serra